Thaumatotibia leucotreta es un lepidóptero perteneciente a la familia Tortricidae, se cree que es originaria de la región de Etiopía, estando presente en Israel, toda África Central y Sudáfrica.

Esta plaga deposita los huevos sobre la piel del fruto donde al eclosionar, las larvas penetran en el mismo y se alimentan del interior, pasando por cinco estados larvarios. En el momento que las larvas están completamente desarrolladas emergen de la fruta y caen al suelo, donde se ocultan bajo los restos que cubren el suelo o a poca profundidad de este, fabricando un capullo sedoso con restos de tierra y en cuyo interior permanece en forma de crisálida hasta que emerge como adulto siendo las hembras más grandes que los machos. Los adultos son de hábitos nocturnos. T. leucotreta no sufre diapausa, por lo que en la mayoría de las áreas donde se encuentra está presente todo el año con generaciones superpuestas, que se alimentan de los frutos disponibles de sus plantas hospedantes.

La Thaumatotibia leucotreta es una especie tropical/ subtropical cuyo desarrollo está limitado por las bajas temperaturas. Los huevos abortan a temperaturas inferiores a 1 ºC, y la exposición a temperaturas inferiores a 10 ºC reduce la supervivencia o el desarrollo de varias etapas de la vida de este lepidoptero.

En cítricos puede ocasionar caída temprana de la fruta y puede favorecer la aparición de infecciones secundarias por hongos y bacterias, causando graves pérdidas económicas y es por esto por lo que la Falsa Polilla es una plaga cuarentenaria y prioritaria en la UE –en el top 20 de las plagas de mayor impacto económico y medioambiental– y representa un grave riesgo para los países comunitarios productores de cítricos cuando se importan agrios originarios de países extracomunitarios en los que está presente este insecto.

En los últimos años se han producido numerosas interceptaciones en puertos europeos de partidas infestadas, lo que ha generado que la Comisión Europea encargara a la EFSA una evaluación de las medidas de control para mitigar el riesgo de entrada de esta enfermedad en la UE vigentes en Israel y Sudáfrica. En el caso de Sudáfrica los resultados del análisis resultan alarmantes: Sudáfrica no garantiza (con un 95% de certeza) al 100% que los palets exportados estén libres de la plaga.

Al ser Sudáfrica del primer proveedor de cítricos no comunitario –con más de 800.000 toneladas exportadas a la UE– y sabiendo que la norma obliga a asegurar la ausencia total de la enfermedad, tales cifras resultan objetivamente preocupantes. Esto puede suponer la entrada de decenas de miles de toneladas de cítricos infestados con individuos viables, capaces de dispersarse y, por tanto, una posibilidad muy elevada de introducción y establecimiento de esta plaga en la UE.

De nada sirve la introducción dentro de la normativa europea de la falsa polilla como plaga cuarentenaria y prioritaria, tal y como venía reclamando el sector citrícola español, si no se impone la exigencia de Cold Treatment, y se permite que sea el país tercero el que elija el “tratamiento eficaz” a aplicar. Este tratamiento es el único eficaz para prevenir la entrada de este patógeno, así como de otras moscas de la fruta, y ajustado al riesgo existente y el que están exigiendo EEUU, China, Corea, Japón o Australia.

Ese mismo tratamiento es también el que están obligados a realizar las exportaciones de cítricos españolas a cualquier país del mundo productor de cítricos para ofrecer garantía plena de que no hay posible contaminación por Ceratitis capitata.

El tratamiento de frío o cold treatment es, con total seguridad, la mejor y, por lo tanto, la única solución posible tratándose de un problema de fitosanidad por una plaga que, si entrara y se propagara en la UE, provocaría graves pérdidas económicas a su principal cultivo hortofrutícola, los cítricos, con 550.000 hectáreas y 10,6-12,3 millones de toneladas de producción, con costes elevadísimos y los estándares laborales, sociales, medioambientales y de seguridad alimentaria más exigentes del mundo.