Desde finales de 2021 y principios de 2022 hasta la actualidad el sector agrícola está sufriendo una verdadera tormenta perfecta. El incremento de los precios, la guerra de Ucrania y las inclemencias meteorológicas están generando a los agricultores un sinfín de problemas que están determinando las cosechas y la viabilidad de las explotaciones.

Son uno de los colectivos laborales que más están sufriendo los efectos del aumento generalizado de precios, ya que afectan a prácticamente todos los elementos participes en la producción como son semillas, fertilizantes, fitosanitarios, plásticos, agua, electricidad y combustibles. Unos precios que se prevé crecerán aún más esta temporada de otoño.

Asimismo, el cambio en las condiciones climáticas, con episodios de heladas tardías, lluvias torrenciales, aumento de las temperaturas y sequías, están generando pérdidas de cosechas en explotaciones muy “tocadas” por los factores económicos inflacionistas.

Cambio climático en agricultura

Precisamente el aumento de las temperaturas y la sequía son los fenómenos que más preocupan en la actualidad a los agricultores, ya que no es un problema coyuntural, sino que lamentablemente se ha convertido en una cuestión estructural.

Este verano, a pesar de no haber finalizado, ya se ubica entre los cuatro más calurosos desde 1950, tal y como apuntó a finales de julio la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET): está siendo uno de los más calurosos de los que se tienen registros.

Dos olas de calor en prácticamente dos meses han ayudado a elevar el mercurio de los termómetros por encima de los 40 grados centígrados. De hecho, ha sido la época estival con más incendios, algo que también ha arrasado cultivos.

Embalses y reservas en España

Al fenómeno de las temperaturas extremas se suma la escasez de lluvias, encontrándose nuestro país en la peor sequía de los últimos diez años y acumulando un déficit de precipitaciones del 30%. Según el boletín hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) las reservas de agua siguen bajando, situándose al 35% de su capacidad y un 36% menores en comparación a 2012.

En este momento, hay un total de 19.671 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que suponen 10.053 metros cúbicos menos que la media de los últimos diez años en esta misma semana y 3.661 hectómetros cúbicos menos que en las mismas fechas de 2021 (15,69% menos).

Reserva hidráulica de España en la primera semana de septiembre de 2022. Fuente: Boletín hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO).

En muchos municipios de España el suministro de agua está limitado, lo que lleva, irremediablemente, a poder mantener menos cultivos y a que los que siguen adelante produzcan menos, generando menos alimentos que serán más caros.