En los cultivos de frutos secos, como sucede con los frutales, las yemas que dan lugar a flores y brotes se forman en el año anterior al periodo en el que se desarrollan, distinguiéndose varios procesos, inicio de inducción e iniciación floral y, posteriormente, la diferenciación floral.

La iniciación floral se puede considerar el comienzo del proceso de inducción y comprende la división y la elongación celular que dan origen al desarrollo de brotes, que pueden ser vegetativos (hojas), reproductivos (flores) o mixtos (hojas y flores en la misma estructura floral). La iniciación se define como el comienzo del desarrollo de brotes, independientemente del tipo de éstos.

La inducción floral es el proceso fisiológico evolutivo completo que ocurre en las primeras semanas después de la floración mediante el cual las yemas de los frutales, originalmente vegetativas, sufren cambios metabólicos que las preparan para transformarse en yemas florales (Buban y Faust, 1982; Faust, 1989).

La inducción floral consta de dos fases fundamentales: una reversible, durante la cual la interrupción de los factores inductores anula la programación reproductiva de las yemas, y otra irreversible, en la cual la evolución endógena es alterada (Faust, 1989; Gil, 1992; Pessarakli, 2001). La inducción se hace irreversible unas cuatro a cinco semanas antes de iniciarse el cambio morfológico o diferenciación floral. Para que este proceso se pueda llevar a cabo, se necesita un estímulo que provoque en los meristemos la evocación floral.

Tras un corto período, este cambio fisiológico es seguido por otro morfológico y anatómico, que conduce a la aparición de primordios florales, recibiendo el nombre de diferenciación floral (Gil-Albert, 1991), es decir, es la manifestación externa del proceso de inducción.

El primer síntoma de esta diferenciación es el aplanamiento del meristemo apical seguido de la aparición de los primordios de sépalos, así como la diferenciación de los primordios de los pétalos, estambres y, por último, los carpelos (Benlloch et al., 2007).

Factores que influyen en la floración

Existen una serie de factores que, según sean manejados, influyen en la próxima floración por su capacidad de regular la inducción y diferenciación floral. Estos factores pueden inducir o inhibir estos procesos, así como incidir en la calidad de la flor (Felipe, 2000). Entre dichos factores podemos encontrar:

• – las condiciones ambientales:
  • – duración del día y la noche.
  • – la temperatura.
  • – la intensidad lumínica.
  • – la disponibilidad de agua.
• – el aporte nutricional.
• – la influencia de las fitohormonas.
• – el contenido de reservas de la planta.
• – las prácticas culturales.
• – la aparición de estreses tanto de origen biótico como abiótico.

En este sentido, Agrométodos recomienda la realización de un tratamiento de BROTOMAX® tras la cosecha de los frutos.

Aplicación postcosecha de BROTOMAX®

BROTOMAX® es un inductor de las sustancias naturales de defensa, antioxidantes y regeneradoras de las plantas, con capacidad nutricional. Es un producto rico en energía y fácilmente asimilable por hojas, ramas y raíces, con acción sistémica ascendente y descendente provocando un gran movimiento de savia dentro de la planta que genera un equilibrio entre la parte aérea y radicular.

La aplicación de BROTOMAX®:

• – Mejora la diferenciación floral y su posterior cuajado generando un mayor potencial productivo al:
  • – regular y equilibrar la floración, respecto a las yemas vegetativas.
  • – aumentar el contenido de reservas (mayor contenido en azúcares en flores) que favorece la mejora del cuajado de las flores viables.
• – Incrementa el contenido de los compuestos fenólicos en las plantas haciéndolas más resistentes frente a agentes bióticos y abióticos.
• – Mejora y acelera la cicatrización de las heridas tras las recolecciones, alargando la vida productiva del cultivo.
• – Frena la secreción de goma en las heridas producidas en los árboles.
• – Provoca un aporte nutricional a las plantas de macro y micronutrientes.

Cabe destacar que su aplicación incide en la modulación bioquímica de los compuestos fenólicos y deja que la naturaleza regule y equilibre su acción.